viernes, 6 de junio de 2014

"A história de Lily Brown"



Aunque en la primera entrada no lo comenté, creo que es importante decir que este blog, y el orden de las entradas del mismo no estará vertebrado por ningún orden diacrónico, ni geográfico, sino que aprovechando la propia naturaleza de los blogs –entradas esporádicas e independientes– iré hablando un poco de los referentes que me parezcan pertinentes, sin importar saltos de ningún tipo. Así que supongo que de alguna forma, el orden será el que aparezca, por unas razones u otras, y estoy segura de que al ver el resultado de este random personal, tendrá cierto sentido.

Dicho lo cual, esta segunda entrada quiero dedicarla a una canción del año 1982, que en estos días he vuelto a escuchar de nuevo, en un disco homenaje a Edu Lobo (Edu Lobo Songbook Vol. 1 y 2). 


La autoría de la misma corresponde a Chico Buarque y Edu Lobo. Para tod@s l@s que no sepan quiénes son, aquí adjunto unos enlaces a sus páginas web y recomiendo con fervor que se escuche toda su discografía o al menos algo, por aquello del enriquecimiento personal, ya que son dos enormes compositores y músicos. (De hecho, es casi imposible no conocer algunas de sus canciones, porque forman parte ya de la historia de la música del siglo XX). 

Y a cualquiera que ignore lo que es la Bossa Nova, le queda un maravilloso mundo por descubrir que seguramente le acompañará para siempre.

Web oficial de Chico Buarque

Web oficial de Edu Lobo


En este caso, quiero hablar de una canción, que quizá no sea tan conocida (al menos en el mainstream europeo) y pertenece a un proyecto que ambos compartieron, y que nació entre el 82 y el 83. 
Hay que añadir un dato importante, que yo misma he descubierto hace poco, y es que los dos tienen una vertiente de trabajo menos conocida que es la escritura. En el caso de Chico tiene media docena de obras teatrales escritas y otras tantas novelas. 

La canción que da título a este post fue escrita y compuesta para "O Grande Circo Místico", obra teatral y musical creada a cuatro manos por ambos autores, basada en un poema de Jorge de Lima. La trama se desenvuelve en el fantástico mundo de los comediantes, músicos, funámbulos, clowns y demás actores que entretienen a la corte. La historia de amor entre un aristócrata y una acróbata es el hilo conductor, en la peripecia de una saga propietaria de un circo que vive de manera itinerante. Sus personajes envueltos en un mundo mágico sirven de símbolos que representan el mundo, los anhelos del ser humano y el transcurrir de la vida en su sentido de dolor y desencanto.


Después de esta introducción (para quien quiera indagar más, es un botón de muestra), vayamos al tema específico de una única canción del show. Aquí adjunto la letra original, traducción al castellano, y un video del propio Chico Buarque interpretándola en directo en su espectáculo "Carioca ao Vivo".




Chico Buarque, "A história de Lily Brown" en su gira "Carioca ao Vivo"



"A história de Lily Brown" de Chico Buarque y Edu Lobo


Como num romance
O homem do meus sonhos
Me apareceu no dancing
Era mais um
Só que num relance
Os seus olhos me chuparam
Feito um zoom

Ele me comia
Com aqueles olhos
De comer fotografia
Eu disse cheese
E de close em close
Fui perdendo a pose
E até sorri, feliz

E voltou
Me ofereceu um drinque
Me chamou de anjo azul
Minha visão foi desde então
Ficando flou

Como no cinema
Me mandava às vezes
Uma rosa e um poema
Foco de luz
Eu, feito uma gema
Me desmilinguindo toda
Ao som do blues

Abusou do scotch
Disse que meu corpo
Era só dele aquela noite
Eu disse please
Xale no decote
Disparei com as faces
Rubras e febris

E voltou
No derradeiro show
Com dez poemas e um buquê
Eu disse adeus
Já vou com os meus
Numa turnê

Como amar esposa
Disse ele que agora
Só me amava como esposa
Não como star
Me amassou as rosas
Me queimou as fotos
Me beijou no altar

Nunca mais romance
Nunca mais cinema
Nunca mais drinque no dancing
Nunca mais cheese
Nunca uma espelunca
Uma rosa nunca
Nunca mais feliz

Y como aquí lo importante es el contenido, traduzco al castellano:


Como en una novela

El hombre de mis sueños
Se me apareció en un baile
Era otro más
Sólo una mirada
Sus ojos me chuparon
Hizo un zoom

Me comía 

Con aquellos ojos
De comer fotografía
Dije "cheese"
Y de plano en plano
Fui perdiendo la pose
E incluso sonreí feliz

Y volvió

Me ofreció una copa
Me llamó "Ángel Azul"
Mi visión fue desde entonces
volviéndose borrosa

Como en el cine

Me mandaba a veces
Una rosa y un poema
Foco de luz
Yo, hecha un flan
Deshaciéndome toda
A ritmo de blues

Abusó del whisky

Dijo que mi cuerpo
Le pertenecía sólo a él aquella noche
Yo dije "please"
Chal en el escote
Salí disparada 
con la cara roja y febril

Y volvió

A la última función
Con diez poemas y un ramo
Yo dije adiós
Me voy con los míos 
De gira

Como se quiere a una esposa

Dijo que a partir de ahora
Sólo me amaría como a una esposa
No como a una estrella
Me hizo trizas las flores
Me quemó las fotos
Me besó en el altar

Nunca más novelas

Nunca más cine
Nunca más copas en el baile
Nunca más "cheese"
Nunca un garito
Una rosa nunca
Nunca más feliz.







La letra describe con un perfecto desarrollo dramático el conflicto que tiene esta actriz al conocer a ese señor pudiente que aparece como un admirador y la seduce. De manera impositiva, él transforma toda la realidad de la actriz a su antojo, ordenando una nueva vida para ella y utilizando el concepto de "amor" para someter, sujetar, encorsetar y poseer al objeto de su deseo, reduciéndola hasta convertirla en eso, un objeto que le pertenece, al que despoja de todo, hasta de su profesión. Esto es, de manera muy literal, lo que relata la canción, contado en primera persona, desde la visión de la protagonista.

Lo primero que llama mi atención, por ser algo que forma parte de muchas de las tramas de ficción que envuelven el devenir de personajes femeninos en el siglo XX, es que al empezar, el personaje de la actriz, –que está realizada profesionalmente, en este caso es valorada por lo que hace y es alguien que vive de manera independiente, autónoma y con unos valores propios– se ve empujada a "completarse" de alguna forma con la llegada de un hombre que la convertirá en otra cosa (en esposa ¡qué curiosa cacofonía!), y aunque esto la despoje de todo lo que ella es y ha sido, este viaje se presenta como lo que una mujer tiene que vivir porque si no, estará faltándole algo.

Estamos habituados a este argumento, y no es nada nuevo, 
es un viaje de heroína muy reconocible porque lo hemos visto repetir en muchísimas películas, novelas... 

En realidad, hay un añadido interesante, y es que la canción está contada en primera persona. Esto propone un punto de vista y hace un subrayado concreto. La actriz además está contando su historia en tiempo pasado, con lo que se sitúa en un futuro posible y abierto, con una reflexión hecha, al hilo de lo que cuenta. Digamos que ha aprendido algunas cosas de lo que ha vivido y eso es lo interesante, sobre todo por la posibilidad –que a mí me gusta creer– de que haya mandado a hacer puñetas al operario en cuestión, en el presente desde el que habla.

Por otro lado, mientras transcurren las visitas del potentado, al final de las funciones, aunque ella va viendo todo tipo de indicios que no le gustan nada, de alguna forma –aunque es una súper estrella con capacidad para serlo, que acomete la ingente tarea de ser actriz y tiene éxito– se comporta de forma completamente pasiva ante la llegada de este hombre, que viene a llevarla por el camino recto, y lejos de ponerse en valor o limitar al sujeto, ella se deja hacer, porque parece no haber otra solución. 

Esto nos sitúa ante un rol ya conocido, un registro del personaje femenino sabido y repetido ad nauseam. Ya puede una mujer gobernar el mundo, que cuando llega el momento de conocer a un hombre, se tiene que convertir en la pequeñita, sumisa, perfecta esposa. Y esto en realidad es un mensaje permanente a todas las mujeres desde el patriarcado. Por eso, me pregunto si la pretensión inicial era hacer una crítica a este tipo de rol previamente impuesto, o sencillamente les ha parecido bien a los autores que así sea el personaje, como casi todos los personajes que incluyen características "femeninas" (dubitativos, inseguros, deseosos de un hombre que venga a dar sentido a sus vidas...). Inevitablemente, se genera un discurso. La pobre Lily, aunque muy buena actriz, y aún viviendo en un mundo         –como todos– de hombres, y de hombres del espectáculo, siendo nómada y mujer de mundo, no ve manera de decirle que no a ese cáncamo que le cae encima, y acaba hasta casándose con él. Esto no sería contrario al horizonte de expectativas de ese personaje? No contradice un poco su propia idiosincrasia? Estarían pensando en "Sweet Charity" o "Las noches de Cabiria", que son estupendas, pero tan improbables... Esto refuerza el mito de la mujer caída en desgracia tan popular en la época victoriana. Porque ya sabemos tod@s que la profesión farandulera es para mujeres de mal dormir. ¿Por qué la capacidad, cuando es de mujer, molesta? ¿Por qué no les resulta femenino? Supongo que porque ser capaz te capacita. 



 Shirley Maclain en "Sweet Charity" 



 Giulietta Massina en "Las noches de Cabiria"




Felizmente, aquí en cierta forma se utiliza ese tópico para superarlo al final, y yo espero que para haber vuelto con la troupe, haber tenido mil amantes, mucho éxito o lo que le haya dado la gana a la señora. Pero eso pasa "fuera de escena". 

Como curiosidad, esta canción la han cantado todas, toditas, todas las divas de la canción brasileña (Simone, Gal Costa, Zizi Possi...), y por aquí la grabó Ana Belén. Las actrices y cantantes también están bajo el influjo de los roles impuestos, y responden a las exigencias del patriarcado, como las que más.

En resumen, lo interesante es ver que en el siglo XXI nos hemos saltado muchas de estas reflexiones que ya deberían estar entendidas, muchos de estos discursos ya escuchados, para volver a otros roles tan tópicos como doña Bridget Jones (cuyo objetivo perpetuo es enrollarse con un buenorro y conseguir pareja, y cuando evoluciona y transita todas sus vicisitudes, esto se transforma en enrollarse con uno no tan buenorro, sino seriecito. Un buen hombre, vamos. Pero uno hay que tener! No nos vayamos a volver locas de pronto.)
¿Qué nos pasa? ¿Nos habrán borrado el disco duro con el cacharrito ese de Men in Black? 

¡Es muy importante la memoria!






jueves, 5 de junio de 2014

"El eterno femenino"






Hace tres días habría sido el 88 cumpleaños de Marilyn Monroe. 
Mi ídolo hasta la obsesión durante la adolescencia, y una de mis actrices favoritas hasta la fecha. En realidad, uno de mis humanos favoritos de la historia del siglo XX. O una de mis mujeres preferidas. Tanto da, que da lo mismo? En realidad, no.

La frase que da título a este post la he leído hasta la saciedad, y este año, al hablar de la conmemoración de su aniversario, vuelvo a encontrármela. Ya es una fórmula hecha, que se usa para definir al personaje, tan oída que incluso se identificaría de quién hablamos sin su nombre al lado. Se ha convertido en un sello, e incluso en una redundancia. Quien escogió este concepto para encabezar el primer artículo de la Vogue, Marie Claire, Telva... (qué se yo en qué medio de construir tendencias apareció por vez primera) podría estar viviendo de los derechos de la frase. Pero sin duda este concepto, como tantos otros que se repiten, acaba por no ser registrado, escuchado ni entendido, sino que pasa de largo y se incluye en el idiolecto popular. Y ese es el tema. Que de una manera distraída, se impone una realidad, se generaliza, se acota y se deja bien cerradita para que no haya lugar para la confusión: Si Marilyn es "el eterno femenino", todo lo que no se parezca a Marilyn, está fuera del género femenino (o del concepto de lo que se acepta como femenino). O dicho de otro modo, lo que no es Marilyn, no es femenino. (Mujer con curvas, rubia, con tacones, preferiblemente con falda, con las tetas grandes, y lo que es más importante, con disposición total y permanente al género masculino -conste que hablo del personaje creado para el cine, nunca de Norma Jean- ingenua, infantil y a la vez  sensual...). Hay que añadir que la frase es un concepto que se me antoja acorazado. No tiene fisuras, y deja su significado completamente impenetrable a las interpretaciones, porque contiene el epíteto "eterno" que no está escogido azarosamente, ni es algo inofensivo. No, no. "Eterno" no deja hueco en el tiempo para nada más. Eterno dura para siempre jamás de los jamases, así que si apareciese cualquier otra muestra de algo que pudiese ser llamado femenino, no vale, porque lo eterno es infinito.

Evidentemente, este constructo es posterior a la propia Marilyn, que desde luego, creó algo genuino que no existía, de una forma infinita y eterna, pero no creo que estuviera pensando en esas cosas de lo femenino en estos términos que nos cuentan hoy, ya que por lo que nos queda de ella, sin duda fue muchísimo más abierta que todos los que la etiquetan. 




Podemos ver entonces, una imposición sobre el propio personaje, una sujeción del modelo para su uso casi como arma. Como arma que elimina al resto de mujeres que amenazan con plantear un femenino plural, un femenino sin tetas, o sin tacones, o sin falda... Un femenino personal. 

Realmente me cuesta no ver un trasfondo político y social que tiene que ver con una ideología también, dentro del discurso del patriarcado. Un tipo de estética que, a día de hoy se torna en conservadora, convencional y tremendamente machista. Una estética del capitalismo, de las firmas y el lujo, como imponía Hollywood. 

Si la inmensa Marilyn tuviera hoy 88 años (ella que se divertía mostrando a su propio personaje por la calle, y en actos públicos, casi como una precursora del acto performativo), si no la hubieran devorado esos hombres poderosos que manejaban el mundo en agosto de 1962, si no hubiera sido instrumento, sello y estandarte de todo un país que fue desechado cuando convino... Estoy segura de que hubiera sido tan exultantemente rompedora y se habría transformado tanto, que probablemente no estaría conforme con gran parte de lo que se ha construido sobre ella y ese ahora llamado "eterno femenino".

Y nos siguen diciendo desde las revistas, utilizando a otras mujeres, si somos femeninas o no. 

Si Marilyn levantara la cabeza!


Sandra Dominique